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Comentarios callejeros y otros relatos |
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Autora: ERICA RUESSLI
Relatos cortos
(publicados en el 2015)
ISBN: 978-612-315-223-9
Precio: Nuevos Soles 18.00
Pedidos: Editorial San Marcos, Lima
(informes@editorialsanmarcos.com)
Nuevamente, con la entrega de estos veinte relatos, tenemos la oportunidad de apreciar historias que nos resultan familiares, cercanas. Mientras que algunas nos dejan sentir una dosis de tenue y tímida nostalgia, aquello que pudo haber sido pero no fue, aquello que sucedió y dejó huellas indelebles en la vida de sus protagonistas.
La autora ve las cosas con ojos de regreso, de quien se ha alejado y retorna con el alma depurada por el perdón y la ausencia. El transcurso de largos años, el desarrollo de una sociedad pujante pero cargada de conflictos, su profundo y entrañable amor por este Perú lleno de contrastes y contradicciones le permiten captar lo profundo de cada situación "simple y cotidiana".
Leer estas historias nos permite conocer mejor una realidad que, aparentemente, es construida por nosotros y, por lo tanto, nos pertenece.
Muestra de lectura:
Cuando llegamos al campo santo, me dispuse a pagarle al chofer el precio acordado, pero no me lo quiso recibir. Se apeo del auto al mismo tiempo que lo hacía yo, se acercó a mí y me dijo:
¿Cómo va a regresar usted, señora blanquita? –Pues, ¿cómo va a ser? Tomaré un auto de alquiler, un taxi, y saldré conforme he llegado!
¿Primera vez que viene usted a este cementerio, señora? –siguió preguntando. Y al no obtener respuesta por mi parte, siguió hablando: -Así debe ser, porque de lo contrario no habría venido sola y, desde luego, no sin asegurarse de que alguien la devolviera a su casa. ¿Sabe usted acaso, que este es uno de los sitios más peligrosos de Lima? Que aquí asaltan de día y de noche a la gente que acompaña a sus muertos a su última morada? Que aquí no solo la pueden asaltar, sino que le van a robar hasta el calzón y la van a dejar tal como usted vino a este mundo? Y ojalá ahí quede la cosa, ¡porque el asunto podría ir a mayores! Y con esa piel blanca y esos ojos claros… Mire usted, señora blanquita, yo la voy acompañar a ese entierro…… |
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